Los ojos azules más famosos de la Historia del cine lucían en papeles de antihéroe y rebelde natural. Paul Newman no fue un guapo de cine convencional. «Me gustaría que la gente pensara que hay un corazón, un talento y un espíritu de acción más allá de los ojos azules de Paul Newman». Que así sea. Desprendido altruista, en la 'lista negra' de Nixon y más de 50 años casado con la misma mujer, la actriz Jane Woodward. (Foto 1: Cordon Press)
Tres cuartos húngaros, un cuarto polaco, padre judío y madre católica. Paul Leonard Newman (Cleveland, EEUU, 1925), expulsado de la universidad, se alista en la Marina y descubre que no puede ser piloto porque es daltónico. Chicago, matrimonio con la actriz Jackie Witte, nace su hijo Scott (morirá de sobredosis con 28 años), estudios de interpretación en Yale, nacen dos hijas más, muere su padre. Dilema: ¿vida familiar tranquila regentando la tienda de deportes de papá o perseguir el sueño de actor? Solución: en la imagen, la foto del casting para su primera película, 'El cáliz de plata'. (Foto 2: Cordon Press)
Definitivamente, actor por vocación. En 1952 se trasladó con su familia a Nueva York para ingresar en el prestigioso Estudio de Actores. «Allí aprendí casi todo lo que sé de la actuación. Una vez que comencé las clases, lamenté haber perdido tanto tiempo con el fútbol». Años más tarde, el director Lee Strasberg, uno de los profesores del Estudio, aseguró que si Paul Newman no hubiera sido tan guapo, habría sido tan buen actor como Marlon Brando. Según el profesor, Newman tenía talento, pero confiaba demasiado en su atractivo para conseguir un papel. A menudo le criticaron que sus personajes siempre resultaran simpáticos aunque interpretara a sujetos de mal carácter.
Tras nueve años de matrimonio, Paul Newman se divorció de Jackie Witte y se casó con la actriz Joanne Woodward. Pasaron juntos el resto de sus días. Más de 50 años de matrimonio y tres hijas. Paul, cansado de que le preguntaran tantas veces por el secreto de su relación, terminó por tomárselo a broma y contestar con un «no sé qué me pone Joanne en la comida». Del adulterio pensaba: «qué necesidad hay de dar vueltas por una hamburguesa cuando tienes un bistec en casa». (Foto 3: Cordon Press)
En sus primeros años de carrera a menudo le confundían con el actor Marlon Brando. Newman aseguraba que al menos escribió 500 autógrafos de «Con mis mejores deseos, Marlon Brando». A pesar de su atractivo, confesaba que no fue consciente de la reacción que provocaba en las mujeres hasta el rodaje de 'Hud' (Martin Ritt, 1963) en Texas. «Las chicas trataban de escalar hasta el hotel. Al principio se me subió el ego, pero luego te das cuenta de que en realidad quieren a los personajes que interpretas y no a ti». El éxito no se le subió a la cabeza. «No se deja de ser ciudadano por ser actor».
Los Newman hicieron una campaña a jornada completa por la fallida candidatura del demócrata Eugene McCarthy a la Casa Blanca en 1968, pero, sobre todo, contra el republicano Richard Nixon. Durante la campaña, Paul solía alquilar los fines de semana el mismo coche Jaguar que el entonces candidato republicano, conocido como 'Dick el tramposo' por sus detractores. Cuando el actor se enteró de la coincidencia le dejó una nota en la que se leía: «El embrague tiene trampa, así que no tendrás ningún problema». Se ganó a pulso que Nixon le incluyera en su famosa 'lista de enemigos'. Newman lo consideró «el mayor honor que haya recibido jamás».
Su sonido preferido era el de un motor de 8 válvulas. Paul Newman se aficionó a los coches de carreras tras su película '500 millas' (James Goldstone, 1969), donde hacía el papel de un piloto de competición. Años más tarde creó su propio equipo y comenzó a competir. Su mayor éxito fue un segundo puesto en puesto en las 24 horas de Lemans y, con 70 años, se convirtió en el piloto de mayor edad en formar parte de un equipo ganador en alta competición. Su mujer odiaba esta afición, pero nunca trató de convencerle para que lo dejara. Para Paul, ésa era la mayor muestra de amor posible. (Foto 4 : Reuters)
Paul puso en marcha su propia línea de productos de alimentación, 'Newman's Own', especialmente dedicada a salsa para pasta y aliño para ensalada. Con sentido del humor, decía que le avergonzaba que su cara fuera más conocida por aparecer en botes de comida que por sus películas. Sin embargo, estaba encantado con el éxito de su compañía porque todos los beneficios estaban destinados a obras de caridad. Más de 100 millones de euros donados desde que la fundó, en 1982. En la imagen, el logotipo de 'Newman's Own' en Australia. (Foto 5)
Extremadamente generoso, creó un campamento de verano para niños con cáncer y un programa de televisión para menores hospitalizados. «No creo que haya nada excepcional en ser filántropo. La actitud contraria es la que me preocupa». Era frecuente su aparición en galas benéficas junto a otros actores de Hollywood.
Paul Newman fue candidato en 10 ocasiones a los premios Oscar. Ocho nominaciones a mejor actor, una a mejor actor secundario y otra a mejor película. Sólo le superan Meryl Streep (13), Katharine Hepburn (12) y Jack Nicholson (12). Además, como muestra del equilibrio de su carrera, recibió candidaturas en cinco décadas diferentes. Después de perder en seis ocasiones, recibió el premio a la actuación protagonista por 'El color del dinero' (Martin Scorsese, 1986), en la que trabajó con Tom Cruise. Declaró que «es como perseguir a una mujer durante 80 años; cuando la consigues tienes que decir 'lo siento, estoy cansado'». También obtuvo el Oscar Honorífico (1985) y el Oscar por su labor humanitaria. (Foto 6: EPA)
En mayo de 2007 anunció su retirada definitiva como actor. «No tengo la capacidad para seguir actuando aunque quisiera. Empiezas a perder memoria, imaginación y confianza. Es como un libro cerrado». «Hace 25 años no podía andar por la calle sin ser reconocido. Ahora me pongo una gorra y nadie sabe quién soy. ¿Soy feliz así? Por supuesto». (Foto 7: REUTERS)
«Me acuerdo de mis días de instituto, cuando me preguntaba por qué los actores no se retiran cuando son mayores. Así podrían envejecer en casa y permanecer jóvenes y guapos para el resto. ¿Qué necesidad hay de acabar con su imagen permitiendo que les hagan más fotografías? Esas cosas que jamás deberían pasar, finalmente ocurren. Y no está tan mal». Paul Newman murió víctima de un cáncer a los 83 años de edad. (Foto 8: EFE)
Luis Cano
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