sexta-feira, 26 de março de 2010

Franco no saludó a la romana

Hitler y Franco.
Hay un periódico prestigioso al que he pillado dos veces en el mismo renuncio en los últimos meses. Resulta que alguien poco ilustrado o malintencionado, o las dos cosas tal vez, ha dado por sintetizar el periodo de la larga dictadura de Franco en una foto en la que el general está saludando a la romana con Hitler al lado, supuestamente en Hendaya, 1940. Es una imagen totalmente falsificada, una estafa al lector.

El último renuncio fue el domingo 21 de marzo, en un reportaje sobre Auschwitz. Por enésima vez, volvía a difundirse la foto de marras. Se ofrecía una versión deformada de los hechos y se daba una lección de mal periodismo. No me extraña que nos vaya a quitar el puesto Belén Esteban.

Hace ya muchos años que la agencia EFE reconoció que había retocado las imágenes de Franco y Hitler en Hendaya. Al parecer, Franco llegó tarde, no estaba para fotos o fue el propio fotógrafo el que llegó más tarde que el general y no pudo hacer el reportaje con el Führer. El caso es que tomó imágenes de la estación vacía con el tren parado, y sobre ese marco pegaron las siluetas de Hitler, un oficial alemán y Franco. Además, había una instantánea diferente, con los dos dictadores pasando revista a tropas alemanas, en las que aparecen distraídos, medio dormidos y nada marciales. En concreto, Franco sale con los ojos cerrados. Por ese motivo le avivaron la expresión pintándole los ojos y moviendo el encuadre, de tal manera que ganaba en altura. Esa parte del reportaje fotográfico quedó debidamente expuesta/denunciada con la exhibición de una selección de lo mejor de la agencia española y la digitalización de sus fondos.

Años después, en el 2000, apareció, también en EFE, una tercera imagen falsa de Hendaya, que es la que se ha convertido para el periódico que nos ocupa en el símbolo de la dictadura franquista, se supone que con la ignorancia intolerable de sus mandos, desde el Académico de la Lengua, menos mal que no de la Historia, al último lector de su libro de estilo, que en teoría impide la sacralización de los falsos iconos. Insisto en que lo denuncio porque se han pasado tres pueblos al hacer de ello una costumbre.

Pues eso, que sacaron un reportaje sobre Auschwitz y va el iletrado, con la complicidad de todo el aparato logístico y pensante del periódico, y vuelve a deslizar el error garrafal. Nos enseñaban a un Hitler recortado y pegado, triste y pasmado, falso como un duro falso, junto al dictador Franco levantando el brazo a la romana, en una imagen recortada de otro acontecimiento. En el encuadre original, igual de triste que el Führer pasea el de Ferrol del Caudillo, con la insignia del Águila alemana para complacer a su colega; pero en la foto de mentira, que tanto gusta a los periodistas metidos a recuperadores de memorias históricas (¡ja!), se ha cambiado milagrosamente por la insignia militar española de mayor valor. En el pie de foto se lee: "Franco y Hitler en Hendaya, en 1940. Foto: Efe". Y se quedan tan tranquilos.

Para curarme en salud, digo que no defiendo la dictadura de Franco, Paco el Rana, al que la historia ya está juzgando y contra el que me manifesté en su día jugándome el bigote, ni entro en los componentes ideológicos, sino que actúo como mero teórico de la información: la imagen de la dictadura del general Franco no es esa que se esfuerzan en difundir, y resulta intolerable que, por no tener una imagen real del dictador levantando el brazo, recurran a ésta de corta y pega. ¿Es ese todo el periodismo que hemos aprendido en la democracia? El periódico que lo practique a sabiendas merece desaparecer, y que en su solar se construya un bingo.

La próxima vez, cambien de editor de reportajes históricos y pongan las fotos originales; si no las tienen a mano, se las mando yo de mil amores. Y, lo dicho, pongan más cuidado en lo suyo: no les vayan a colar en una hagiografía de Stalin las instantáneas en las que faltaban sus primero amigos y luego enemigos. Las reconocerán porque presentan sospechosos espacios vacíos. Especialmente, atención a Trotsky, que cayó asesinado a manos del español Ramón Mercader y fue borrado de toda la colección. ¡Y, sobre todo, no vaya a darles por ilustrar el bolchevismo con las fotos manipuladas del franquismo!

Francisco Pérez Abellán

http://findesemana.libertaddigital.com

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