Desde su nacimiento la Gran Vía ha sido uno de los focos principales del ocio de los madrileños, han sido años y años de planes y quedadas para lugareños y foráneos. Ahora que cumple cien años, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido, como no podía ser de otra manera, celebrarlo por todo lo alto. Durante todo 2010 se han venido desarrollando diferentes actividades encaminadas al disfrute y ocio de los ciudadanos y a familiarizarlos con la historia de una de las calles más emblemáticas de la capital.
Pero a partir del 4 de abril, cuando se cumple exactamente el siglo desde que el Rey Alfonso XIII colocara la primera piedra de la calle, llega lo gordo, con infinidad de propuestas lúdicas y culturales.
El plato fuerte de los fastos será sin duda el concierto que El Sueño de Morfeo dará en la emblemática vía el próximo día 25 de abril. Pero no será el pop el único género musical que atronará en el que ha sido siempre uno de los puntos habituales de bullicio y jolgorio de Madrid. También, para los mayores, tradicionalmente aficionados a otros registros, habrá zarzuelas. Pero serán zarzuelas representadas de un modo muy particular. A bordo de un autobús descubierto que surcará el asfalto de la Gran Vía en el que dos cantantes interpretarán fragmentos de la zarzuela homónima.
Otras propuestas musicales serán las representaciones de música que tendrán lugar con motivo de la festividad de San Isidro, en el que la calle se vestirá de rojo y se representarán diferentes piezas de teatro musical, haciendo un recorrido por la historia de la Gran Vía con referencias a la zarzuela, copla, tango y «La Movida». Para aquellos a los que, además de gustarles escuchar música, se atrevan con unos pinitos en público estará la opción del karaoke que el 4 de junio estará a disposición de los espontáneos en Plaza de España.
Películas históricas
Otro de los ejes de los muchos planes que el Consistorio ha diseñado para estos fastos gira en torno a otra de las tradicionales señas de identidad de la Gran Vía, los bares y las tapas. Así, de marzo a diciembre, en distintos locales habrá una variada oferta de tapas y menú en las tabernas y restaurantes centenarios de Madrid. También se celebrará un Encuentro Mundial de la Tapa y un Concurso internacional para la elección de la «Tapa Centenario Gran Vía 2010 Tradicional» y «Tapa Centenario Gran Vía 2010 de Vanguardia».
Y para los más pequeños también hay hueco. Un cuentacuentos tratará de captar la atención de los madrileños y visitantes más revoltosos. Quienes tendrán tan difícil como grave cometido serán un gato y una ratita que narrarán fragmentos de la zarzuela «La Gran Vía». Se les podrá encontrar en el Centro de Turismo Colón, los domingos de 11 a 12, hasta el 9 de mayo.
Serán otras muchas las actividades a desarrollar. Horarios, lugares y contenidos pueden consultarse con antelación. Mencionemos por último las que se centrarán en dos de los referentes visuales de la ya centenaria Gran Vía: a modo romántico, el cielo de Madrid, y en tono más prosaico, los carteles comerciales que durante estas diez décadas han tratado de captar la atención de los potenciales compradores que hollaban sus aceras. Al cielo se dedicará una exposición sobre las fotos que del cielo capitalino han hecho algunos de los más importantes fotógrafos de España, como Catalá Roca, Chema Madoz o García Alix. Tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes, del 15 de mayo al 5 de septiembre. Dedicada a los carteles se mostrará una exposición en la Dirección General del Comercio durante el mes de abril.
Guillermo Daniel Olmo
www.abc.es
El cine vuelve con el Centenario
Desde siempre, los madrileños han asociado la Gran Vía con el cine. La calle, hasta hace poco tiempo estaba plagada de salas afincadas en edificios de alto valor arquitectónico e histórico, componiendo la estampa más «neoyorquina» del viejo Madrid. Aunque con el tiempo, la gran mayoría de estas salas de cine ha ido desapareciendo, con motivo del centenario, películas de culto como Casablanca o Lo que el viento se llevó, volverán a estrenarse en el cine Callao. También habrá una exposición sobre el arraigado vínculo entre el cine y la Gran Vía, un vínculo que durante décadas ha sido la columna vertebral del tiempo libre de los madrileños.
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