terça-feira, 9 de março de 2010

Parir y decidir / Del imperio de la ley al imperio de las mafias

Leo que, al grito de "nosotras parimos, nosotras decidimos", un grupo de feministas agredió a un anciano en Madrid, y otro grupo se desnudó en Barcelona durante y contra las manifestaciones antiabortistas. Con seguridad, esas marimachos y arpías no paren (y hacen bien, por lo atañe a su posible prole) Lo que quieren es decidir. Decidir de acuerdo con sus consignas histéricas. Decidir, por lo pronto, sobre las mujeres normales, de las que osadamente se proclaman representantes. En La democracia ahogada he citado un comentario de Doris Lessing: "Las feministas trataban a las mujeres que deci­dían tener hijos como ciudadanas de segunda clase". Pues tener hi­jos, puede observar cualquiera, contradecía demasiado obviamen­te esa igualdad homosexual busca­da. ¿Por qué sólo tenían que parir las mujeres? Una maldición para las feministas, tan aficionadas, por eso, al aborto. Proseguía Lessing: "El banco Natwest tenía un proyecto para promocionar a las mujeres dentro del propio ban­co y descubrió que sólo interesa­ban a una parte muy pequeña de las empleadas. En cambio lo que sí deseaban era casarse y tener una familia". Y comenta de Simone de Beauvoir, típica mujer sin hijos ni deseo de tenerlos, con abundantes experiencias lesbianas: "Nunca le gustó ser mujer. No le gustaba ser­lo y siempre se estaba quejando de ello. A mí no me parece nada terri­ble. Tiene sus ventajas. Y de todas maneras, ¿qué puedes hacer? Lo que me asombra es que noto cierto tono de queja en lo que se dice. ¿A quién dirigen sus quejas? ¿A la na­turaleza?".

Puesto que la naturaleza ha he­cho de los humanos una de las es­pecies con una diferenciación se­xual más acentuada -física y aními­ca-, y ha impreso en ellos una fuerte inclinación a reproducirse, no hay duda del carácter antinatu­ral de esta ideología. La cultura, desde luego, ha evolucionado opo­niéndose en alguna medida a la na­turaleza, pero, obviamente, no en tan gran medida. Y ese tipo de ideologías conduce al suicidio social.


Todas las de la familia Chaves y las de las demás familias socialistas fueron muy vejadas. No hay como un pequeño premio en metálico para refrescar muchas "memorias".


Obviamente es la confesión implícita de que el delito vino de más arriba, vino del gobierno, con toda certeza de Rubalcaba y de Zapo. ¿Por qué, si no, iban a premiar al imputado más directo? Quieren asegurarse su silencio. Un gobierno mafioso, colaborador con la mafia etarra-separatista. Se ve que estos gangsters no quieren repetir la equivocación con Amedo y Domínguez, a quienes privaron de su recompensa y pasó luego lo que pasó. La justicia debería tomar medidas inmediatas, pero resulta que está en manos de Garzón, y su sustituto sería otro igual que él, Pedraz. Del imperio de la ley al imperio de las mafias.

**** Afirma Zapo: "Es mi deber defender a Garzón". Pues claro que lo es, y por doble motivo: por solidaridad natural entre socios y por el recuerdo de lo que pasó a Felipe González cuando olvidó gratificar al juez como este deseaba, error que combinó con la retirada del dinero a Amedo y Domínguez. Esta gente aprende de la experiencia.


Por supuesto. Igual que la acción de los asesinos etarras y la de la policía son equiparables, según el mensaje tradicional de los separatistas vascos y catalanes. La defensa de España, del estado de derecho y de las libertades es tan mala como el ataque a todo ello por la Kale Borroka separatista, sostiene la infame columnista, ejerciendo de mamporrera de los delincuentes.


Rajoy no corregirá ninguna de las fechorías socialistas, las cuales imita aun estando en la oposición. Porque el individuo carece de cualquier convicción salvo su ansia de tener poder y economía, y cree que de este modo los conseguirá. Deseo y espero que los ciudadanos acaben de calar a esta caricatura de Zapo y le den su merecido en las urnas.

Pío Moa

http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado

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