Franco durante uno de los discursos que promulgó durante la inauguración del Valle de los Caídos / ABC.
El 1 de abril de 1959, coincidiendo con el vigésimo aniversario del final de la Guerra Civil, Francisco Franco inauguró el Valle de los Caídos.
La solemne ceremonia de inauguración, en honor al padre de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, tuvo lugar en la basílica de Santa María de la Cruz y según informó ABC, desde «primeras horas de la madrugada ocho mil alféreces provisionales de todas las provincias españolas y falangistas» invadían los alrededores.
Franco llegó al Valle de los Caídos pocos minutos después de las once de la mañana y antes de acceder al templo se detuvo ante la gigantesca cruz que corona el Valle y se emocionó.
Entre vítores y aplausos, «el caudillo» accedió bajo palio junto a su esposa, doña Carmen Polo de Franco, a la cripta de la basílica mientras el órgano del templo, «de 25 toneladas y 10.000 tubos», interpretaba el Himno Nacional. El cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, doctor Plá y Daniel, ofició la ceremonia a la que asistieron más de cuatro mil personas.
El solemne funeral duró exactamente una hora y tras depositar «cinco rosas» sobre la tumba de José Antonio, Franco abandonó la basílica para dirigirse a un «templete levantado en estratégico lugar, y a través de unos micrófonos, expandió su voz ante los miles de asistentes» y promulgó dos discursos.
Despliegue mediático
La ceremonia de inauguración del Valle de los Caídos fue retransmitida por Radio Nacional y por cuatro cámaras de TVE «magníficamente instaladas en puntos dominantes». Por su parte, el periódico ABC desplazó hasta San Lorenzo del Escorial a Antonio G. Cavada quien vía telefónica se encargó de informar sobre este acontecimiento.
María Medina - Madrid
www.abc.es
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