Mira que estoy de acuerdo con el aprendizaje de lenguas, aunque sólo sirva para ser Papa o conserje de hotel. Mira que soy de quienes piensan que dentro de cien años sólo se hablará inglés, español, árabe y chino. Mira que me parece increíble que haya gente que no maneje más que una lengua, la propia, y, encima, mal. Pero eso de que Andalucía impulse el árabe como segunda lengua en la ESO me parece que podría entrar en una especie de síndrome de Estocolmo. Sí, ante el peligro de que vuelva Al Ándalus y el Califato de Córdoba, en la Junta de Andalucía están tomando medidas para que no los pillen con el trasero al aire. Está muy bien lo de la diversidad cultural, lo de la integración de los inmigrantes, pero que ello interfiera en el desarrollo del devenir educativo de quienes van al cole, me parece injusto. Quienes hemos sido educados dentro de una opción anglosajona tenemos conciencia de que no se han equivocado los que tomaron la decisión. En la vida hay que optar por lo práctico; lo prioritario es ahondar en lo nuestro, luego en todo lo demás, por aquello de que el saber, no ocupa lugar. Y a estos señores de la Junta que no se les vaya la mano, que a las mujeres las estoy viendo ya con el velo. Si no, al tiempo.
Marina Castaño
www.larazon.es
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