terça-feira, 23 de março de 2010

"Mussolini envió aviones a Franco gracias a Alfonso XIII"

Al hablar de ayuda internacional en la guerra civil española siempre sale a relucir el pacto de NO intervención que aprobaron una treintena de países. Sin embargo, la realidad fue bien distinta. Federico Jiménez Losantos y César Vidal repasan esta semana en Breve Historia de España... las ayudas más importantes que recibieron tanto el Frente Popular como el Bando Nacional.

El mismo día 18 de julio, asegura César Vidal, "José Giral cursó dos solicitudes de armamento al gobierno francés; uno de artillería y otro de 20 bombardeos". El día 24 – prosigue – "el Ministro de Aviación francés le dice a Fernando de los Ríos que le van a dar lo solicitado". Ese mismo día hay una reunión entre Fernando de los Ríos y León Blum, presidente de Francia, "hay que recordar que por el Frente Popular", apunta Federico.

En esa reunión Blum le dice al socialista español que "Gran Bretaña no quiere una intervención en España por dos razones: porque no se fían de ustedes al ver que van hacia una revolución soviética, y porque no quieren que la opinión pública europea se disperse con lo que pasa al sur de los Pirineos sin mirar lo que hace Hitler", relata César.

No obstante, el Gobierno del Frente popular español llega a un acuerdo con el francés para proveerse de armamento. "Como Francia no puede vender oficialmente armas al Gobierno de la República, la industria privada francesa le vende aviones que no están armados. Las armas vienen de un tercer país, México principalmente, al que previamente Francia se las ha vendido", explica Vidal. El Frente Popular recibe el 27 de julio medio centenar de aviones de Francia sin ametralladora. "Éstas vendrían luego de México".

Gran Bretaña por su parte sí estaba decidida a no intervenir, "quería que el conflicto se acabara cuanto antes". Aún así, "hubo algunas ventas de transportes a los dos bandos y en cantidades muy parecidas". En el caso de Alemania, "fue el Frente Popular el primero que se puso en contacto con Hitler prometiéndole que pagarían en oro. Incluso llegaron a alguna transacción". Pero el gran proveedor del Frente Popular fue Unión Soviética, "el gran vendedor de armas durante la guerra civil".

Franco, al darse cuenta de que la guerra sería larga y dura, "envía el 19 de julio a Luis Bolín a Gran Bretaña, Alemania e Italia para buscar armas". Federico resalta que "lo curioso es que primero piensa en los británicos, sabedor de que no son revolucionarios".

La ayuda llegaría de Alemania e Italia. César relata que "Franco envió una comunicación a Hitler el 22 de julio sin obtener respuesta". Aparece entonces –prosigue – "un hombre de negocios miembro del Partido Nacional-Socialista que se encuentra en Marruecos y que se ofrece a Franco para hacer de intermediario, consiguiendo de Hitler, tras una reunión la noche del 25 de julio, 26 aviones". De Italia llegarían 12 aviones el 27 de julio "gracias a la intervención de Alfonso XIII".

El bando nacional también consigue el apoyo de Portugal, "aunque se trata de una ayuda curiosa a la vez que determinante, lo hace con carreteras y teléfonos". Los alzados se encontraban divididos entre el sur y el norte de la península, "Portugal permite a los rebeldes cruzar por su territorio".

Texaco ayudó a Franco

Sin embargo, la ayuda más curiosa de toda la guerra civil llega de la empresa petrolera norteamericana Texaco. "El gobierno de la República había encargado a la compañía una serie de buques cisterna cargados de petróleo. En plena travesía desde Estados Unidos se produce el alzamiento y el presidente de Texaco ordena dirigir los buques a Franco", relata César Vidal. Federico subraya que ese gesto es muy importante porque "el petróleo es fundamental en una guerra".

La explicación a esa actitud radica, según César Vidal, en "que el presidente de Texaco había sido testigo de que pasó en Rusia y Finlandia. Preveía lo que podía pasar en España y decide que lo que había encargado el Gobierno se vaya a los rebeldes apelando a un principio legal extraordinario, la ley de neutralidad de 1935 norteamericana que no se aplicaba al petróleo".

Comité de No Intervención

El gobierno francés, "presionado por el británico, decide crear un Comité de No Intervención integrado el 1 de agosto por Gran Bretaña, Italia y Francia". A él se unirían Portugal, Alemania y la Unión Soviética. "A mediados de agosto ya eran una veintena", asegura César. "Curiosamente lo fundan todos los países que están participando en la guerra", ironiza Federico.

César Vidal recuerda que el 18 de septiembre se reúne la Internacional Comunista en la que acuerdan:

"Proceder al reclutamiento entre los obreros de todos los países de voluntarios que cuenten con experiencia militar con la finalidad de enviarlos a España".

"Habían nacido las Brigadas Internacionales", concluye César. "Lo que en un principio iba a ser un golpe que se iba a solucionar a lo sumo en varias semanas, en dos meses se convierte en una guerra con intervención internacional".

Mentiras de la Historia: la ayuda de Hitler

Una de las mentiras que rodean la guerra civil, aseguran Federico y César, es "que Hitler fue decisivo en el paso de las tropas del bando nacional de África a la península, pero no es cierto".

César explica que "ya en la madrugada del 19 de julio desembarcó un escuadrón de caballería mora y dos tabores en Cádiz y Algeciras. Hasta finales de julio pasaron las banderas 4ª, 5ª y 6ª del tercio de Ceuta, los tabores 3 de Larache, 2 de Tetuán y parte del 1º. El 5 de agosto también alcanzó la península un convoy naval con militares y numerosos medios". Todos "lo hacían en barco". Ese paso continuo fue posible, apunta César, "gracias a la pésima gestión de la Marina en poder del Frente Popular. Sólo a partir del 7 de agosto es cuando aviones alemanes empiezan a transportar tropas a la península".


Audio: Breve Historia... La ayuda extranjera


Lectura recomendada

César Vidal nos recomienda "un libro angustioso". El autor es Alejandro González Raga, un disidente cubano, que describe "por qué una persona se convierte en disidente en la Cuba de Castro". Algunos de los pasajes del libro "recuerdan a Archipiélago Gulag, como cuando en los interrogatorios el detenido está deseando que éste termine porque ya sabe que está condenado".

  • Título: " Pasión, prisión y destierro"
  • Autor: Alejandro González Raga
  • Edita: Asociación de Iberoamericanos por la libertad
  • Número de páginas: 237

http://www.esradio.fm

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