segunda-feira, 23 de junho de 2008

El tiranosaurio desprecia los favores de Bambi

El todavía máximo líder de la barbarie no se demoró en despreciar el diálogo que sólo gracias a los esfuerzos y la insistencia del Gobierno español insiste en ofrecerle la Unión Europea. Nadie ha de sorprenderse. Fidel Castro siempre despreció a los hipócritas que, como ahora Zapatero, fingen un supuesto buenismo para prestarse a dialogar con asesinos en serie. Un tipo que siempre presumió de tiranosaurio no necesita de los favores de un personaje que simula ser Bambi. Sólo puede despreciar sus esfuerzos por acercarse a él.

Las que aún no conocemos son las razones del supuesto cervatillo. Y han de existir. Zapatero no se acerca a la Bestia con el único objetivo de proteger los supuestos intereses de las empresas españolas que operan en Cuba. Para apoyar las inversiones españolas en la barbarie castrista no necesitaba traicionar el sufrimiento de la disidencia y de millones de descendientes de españoles. Han de mediar otras razones. Y puede que algún día las conozcamos. Las cloacas del castrismo siempre llegaron a donde no alcanzaron otros servicios secretos. Mucho más ahora que cuentan con la complicidad de Hugo Chávez.

En el penúltimo de sus despropósitos Castro reconoce que con su edad y con su salud no puede garantizarnos su presencia por mucho más tiempo. De lo que no nos informó es de a quién dejará la mochila en la que guarda los datos que le sirvieron para amenazar al personaje que insiste en ofrecerle los favores que él desprecia. En cualquier caso, lo más probable es que no la herede el hombre de Zapatero en Cuba. Por tanto, entenderán que como ciudadano español que nació en La Habana y que en Madrid viaja en los trenes de cercanías, no renuncie a la esperanza de que podamos llegar a conocer los datos que todavía Castro guarda en su mochila.

Víctor Llano
Noticias de Cuba, LD

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