quarta-feira, 25 de junho de 2008

Gobernar según Zapatero

Primero, se niega el problema. Luego, se le somete a cirugía estética. Por último, se anuncia su solución, que no soluciona nada. Es la fórmula de gobernar de José Luis Rodríguez Zapatero. Irresponsabilidad, incompetencia y descaro unidas del brazo.

Acabamos de tener el último ejemplo con sus medidas para atajar la crisis económica, que ni siquiera convencen al Banco de España. ¿De qué sirve congelar los sueldos de los altos cargos de la Administración si se ha aumentado su número? Zapatero ha creado nuevos ministerios, nuevas secretarías de Estado, nuevas subsecretarías, nuevas direcciones generales, de forma que los 236 altos cargos que había en su anterior Gobierno se han convertido en 257, con un aumento de más de seis millones de euros en retribuciones, que se comen de sobra el ahorro que se anuncia. Aparte de ser el chocolate del loro del presupuesto. Otra cosa hubiera sido que se congelaran los sueldos de todos los funcionarios, como hizo Rato al encontrarse con la economía en bancarrota de la Administración González. Entonces estaríamos hablando ya de macrocifras, algo así como 16.000 millones de euros, cuya congelación sí que podría influir en la economía general. Pero después de la huelga de los funcionarios de Justicia, el presidente teme otro encontronazo con la Administración más que un pedrisco, por lo que se ha limitado a congelar los sueldos de aquellos que les deben directamente el cargo, que no tienen más remedio que aguantarse. Estamos, en fin, ante pura cosmética, ya que el apoyo a los bancos para que capten fondos fuera demuestra de que no pueden captarlos dentro, el plan Renove ya existía y la privatización de los aeropuertos es copiar a la «infame» derecha. Todo ello sin entrar en los problemas de fondo de nuestra economía: la dependencia del ladrillo, la falta de competitividad y productividad, el déficit galopante, que conducen inevitablemente a más paro, más inflación, menos crecimiento. Que quieren combatirse a base de voluntarismo y cuentas del Gran Capitán.

¿Cómo se van a ajustar las cuentas estatales con un presupuesto basado en un crecimiento del 3,3 por ciento, cuando según reconoce nuestro optimista presidente va a ser de menos del 2? ¿De dónde van a salir los muchos miles de millones de menos ingresos que significa tal bajón? No nos lo ha dicho y casi mejor que no nos lo dijera. Nos dijo que iba a traer la paz al País Vasco negociando con ETA, y ahí la tienen, asesinando, y el lehenkari pidiendo lo mismo que ella. Nos dijo que los nuevos estatutos iban a reordenar territorialmente España, y ahí tienen a las autonomías reclamando competencias que pertenecen al Estado. Ahora nos dice que quiere resolver la crisis económica, que no es crisis según él, y su remedio consiste en decirnos que dos y dos son siete.

Sí, el siete que está dejando en nuestros bolsillos. Este hombre no aprende. Y nosotros, al parecer, tampoco. Claro que siempre nos quedará el consuelo de haber ganado a Italia.

José María Carrascal
www.abc.es

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